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Dos fragmentos
Vanesa despertó muy temprano,,,,,,,
¡Qué noche! ¡Interminable!
Papeles
papeles
papeles
papeles
¡millones de papeles rodeándome!
¡PARA VOLVERSE LOCO!
Me cercaron poco a poco, no, más exactamente... Oí a lo lejos
un ruido extraño, tardé en comprender de qué se trataba.
Cayó de la mesa
¡PAPEL!
y luego el próximo y el próximo.
Al desplazarse por el piso emitían ese chirrido horrible, quedé paralizado del terror.
Uno,
otro
y
decenas, cientos,
¡Miles!
No atiné a hacer nada. Se adueñaron del dormitorio.
¡De mi dormitorio! El chirrido se extiende por toda la casa.
¡Millones de papeles invaden mi casa!, doy un alarido...
Vanesa, ¿dónde estáS?
(Fragmento de Jeux, del libro Jeux y otros cuentos.)
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Noctíflora Vanesa. Doncella, ¿oyes el canto de la lira?
Fragancia de luna impetuosa, transparencia desnuda,
cubriré de aceite tu cuerpo.
Perfumo tu piel. Embriagada para el rito del amor, Vanesa,
penetras el laberinto.
Aguardo presenciar el sacrificio de tu inocencia.
Ondear insinuante, extasiada contemplas.
Obsenidad mitológica...
Te seduce, Vanesa. Lujuriosa bailas.
Contemplo su hocico, veo rociar de saliva tu cuerpo.
Retozan hechizados...
Embrujo, transmigración...
Mi cabeza se cubre de pelos, me crecen pezuñas y colmillos.
Transfiguración noctívaga.
Sujeto tu cintura con mis garras, mi falo violenta tu candor,
mis colmillos desesperados succionan tu lozanía.
Minotauro galopante sobre tu anhelo despertado.
Mis cuernos se deleitan en tu sudor.
Vanesa, galopando lúbrica.
Ardiente tu capullo se abre, lo aprisionas, salvaje,
retorcido en espasmos infinitos...
Mordisqueas, gimes,
entregada a la locura te refrescas, sedienta de aquel cuerpo erecto.
Vanesa lasciva. Retozo turbulento.
Poseída, violentada.
Embrujada Vanesa.
© Maritza Núñez
(Fragmento de Jeux, del libro Jeux y otros cuentos.)