Prólogo al poemario
Calidoscopio opus I
Carmen Luz Bejarano
Desde Helsinki me llega el más hermoso y terrible encargo: escribir el Prólogo de Calidoscopio Opus I; me doblego a la voluntad de Gilda Maritza, autora del poemario. Muchas veces y siempre nos hemos hecho la pregunta ¿qué decir? cuando la emoción estética nos reclama sólo silencio, absoluto recogimiento interior: Este es mi caso, ahora.
He leído una y otra vez su libro, con exagerada severidad, alerta para no dejarme ganar por las argucias del afecto; finalmente, he depuesto las armas que la inteligencia y la razón suelen esgrimir, para deleitarme sin prejuicios con los más hermosos poemas de Gilda Maritza.
Por este Calidoscopio… nos aproximamos a un universo poético-musical: sugerente y novedoso. Novedoso, por las imágenes, por la verdad temática-calidoscópica– y por esa integración entrañable de dos categorías artísticas: Música-Poesía.
Sumersa en aquel universo, fascinada, no quiero ya argüir objetividad, quiero seguir leyendo el poemario de Maritza, como he leído siempre la poesía, como seguiré leyendo a los poetas que amo: contemporáneos o de tiempos que ya no existen. Como debemos leer la poesía.
Gracias Gilda Maritza Núñez, por ese canto a la vida, al amor, a la libertad. Por este bello canto: Calidoscopio Opus I.
¡Te celebro, Poeta!
Carmen Luz Bejarano