LA OBRA POÉTICA DE MARITZA NÚÑEZ
Dr. Darío A. Silva
Doctor en Filosofía
Crítico
Enero del 2002
Su carrera artística
La escritora Maritza Núñez (nacida en 1958 en Lima, Perú) estudió dirección coral en el Instituto Superior de Música Gnesin de Moscú entre 1976 y 1986, año en que recibió su título de Master of Arts. Posteriormente Maritza Núñez realizó estudios de teatro en la Escuela Superior de Teatro de Finlandia y en la Universidad de Helsinki, ciudad donde reside desde 1986.
En Finlandia, entre 1986 y 1994, Maritza Núñez dirigió cuatro coros mixtos y formó el coro infantil Candiris, grabó tres CD, dirigió en Finlandia, Suecia, Francia, España, Bulgaria, Chile, Argentina y Uruguay, realizó varios programas de TV y radio y recibió el Premio Pro-Musica en 1993. Desde 1994 Maritza Núñez dejó la actividad musical y está dedicada por completo a su trabajo literario.
Maritza Núñez ha publicado ocho poemarios, tres piezas teatrales, una nouvelle , un libro de relatos y también poemas y relatos sueltos. Además, ha escrito otras piezas teatrales, cuatro libretos de ópera, siete dramatizaciones para radioteatro y textos de canciones. Ha traducido al español once piezas teatrales finlandesas clásicas y modernas.
Los compositores Kalevi Aho, Timo-Juhani Kyllönen, Keiko Fujiie y Alfonso Padilla han compuesto obras musicales con textos y libretos de ópera de Maritza Núñez. Maritza Núñez ha dirigido montajes teatrales en Chile y Perú y una ópera de cámara en Japón. Núñez también ha dirigido radioteatro en Lima.
Su obra literaria ha sido elogiada por estudiosos, críticos literarios y escritores destacados de Finlandia, Francia, Suecia, Estonia, Canadá, Japón, Cuba, Uruguay, Chile, Argentina y de su país natal Perú. Su monólogo Niña de cera recibió excelente acogida en Finlandia –país donde se estrenara en 1995– y en los países donde la pieza ha sido representada (Perú, Chile, Venezuela, Costa Rica y Bolivia).
La pieza teatral Sueños de una tarde dominical , por decisión unánime del jurado, obtuvo el Premio María Teresa León 1999, el más importante premio para autoras dramáticas que existe en el mundo de habla hispana. La obra fue estrenada en agosto del 2000 en Lima, en el Teatro de la Alianza Francesa, y tuvo 45 representaciones. El estreno europeo de la obra fue en el Teatro Municipal de Turku, antigua capital de Finlandia. Ambas temporadas recibieron excelente acogida por parte del público y de la prensa especializada.
Su obra poética
La obra poética de Maritza Núñez abarca, por ahora, un lapso de quince años (1986–2001) y pudiera dividirse en tres períodos. El primero incluye sus dos primeras obras, Pentagramas ebrios (1986) y Calidoscopio Opus 1 (1987), el segundo comprende Passio Secularis (1988) y Creatura (escrito en 1993 y publicado en español en 1998) y el tercero abarca los poemarios Amor vivus (1999), Nocturno (2000) y le jardin secret (2001). El poemario Kampopo (1999) representa un puente entre los períodos segundo y tercero. Los dos primeros períodos son de búsquedas y llevan a una tercera fase de la labor poética de Núñez, marcada por una sólida y madura técnica y un original poder expresivo.
Las características esenciales de la obra poética de Maritza Núñez están marcadas por unos cuantos elementos que aparecen en diversos poemarios e, incluso, en su obra de prosa y de teatro. Son una constante en su obra las referencias a la Biblia y a motivos bíblicos, la mención de mitos de diversas culturas, el uso o la insinuación de formas y elementos musicales, la simbiosis dialéctica de lo real, lo irreal y lo surrealista. Los grandes temas de su producción literaria son los esenciales, los de siempre: la vida, el amor, la muerte, el tiempo y el espacio. En particular, el tema del amor es tratado desde una manera lírica hasta una marcada pero siempre refinada sensualidad. Uno de los rasgos sobresalientes en la obra de Maritza Núñez es su original utilización de los conceptos de tiempo y espacio, a los cuales volveremos más adelante. Desde el punto de vista visual, la autora ha sido desde siempre extremadamente cuidadosa con la disposición gráfica de los poemas, mediante la cual le da a cada uno de ellos el ritmo, el espacio, los silencios y la articulación necesarios para su cabal comprensión.
Tierra de caramelo , que explora el mundo infantil, forma parte del libro Pentagramas ebrios , poemario al alimón compartido con Carmen Luz Bejarano –una de las voces poéticas más altas de la literatura peruana y latinoamericana–, quien aporta diez poemas. Los ocho poemas de Maritza Núñez fueron pensados para canciones que musicalizara en 1986 el compositor finlandés Timo-Juhani Kyllönen. Dentro de los poemas hay dos canciones de cuna y otros son retratos costumbristas de la vida de niños. Tres poemas están escritos en una vena afroperuana ( Danza negroide , Ña Panchita y Negrita hija de la danza. En ellos hay referencias a instrumentos musicales (guitarra, quijada, clarín y cajón) y géneros de la música afroperuana (son de diablillos, alcatraz). Estos poemas contienen juegos onomatopéyicos propios de la poesía popular afroperuana, y que, en un plano más general, se conocen en la obra poética de Nicolás Guillén:
Cumbé cumbé cumbé cumbé
al ritmo del cajón
tú, trompito juguetón
te desplazas por la plaza negrito cumbecumbé.
( Danza negroide )
Pon pon tolón
cajón y son,
pon pon guitarra,
cajón tolón.
( Ña Panchita )
Los poemas tienen también un ritmo interior que incita a su musicalización:
Negrita hija de la danza
como hechizas al pasar
cuando gritas:
¡Ea, doña!
¡Ea, ea!
¡Ea venga usté pa'cá!
( Negrita hija de la danza )
Es interesante constatar que desde sus primeros poemas Maritza Núñez gusta de romper con el uso de métricas clásicas. En poemarios posteriores la escritora elude también la rima.
El libro contiene un breve relato de Maritza Núñez ( Rameso ), donde se funde lo real y lo irreal, al modo que después aparecerá en el monólogo Niña de cera (1994–95). El niño Rameso se encuentra con un ser de otro planeta que lo lleva a su casa. El nuevo mundo es el del deseo que se realiza con solo pensar en él. Intentan trasladarse volando de un lugar a otro, pero Rameso duda de esa posibilidad. La duda hizo que esa realidad hermosa que tenía ante sus ojos se esfumara en el acto.
El segundo poemario – Calidoscopio Opus 1 – está firmado con el nombre civil de la escritora (Gilda Maritza Núñez), uso al que no volverá después. El nombre del libro indica que se trata de una colección de poemas y prosa poética de temática muy variada. Nuevamente se encuentran referencias musicales en los títulos de algunos textos ( Pas de deux , Barcarola , Danza , Divertissement ) como también referencias bíblicas ( Credo ). En este libro el problema del tiempo y del espacio asoman por primera vez en la temática de Maritza Núñez. El tiempo se puede detener, como en Fantasmas : “Cerremos las ventanas para que el tiempo no entre”, o, al menos, se puede intentar hacerlo:
Borrar todo ayer
todo mañana
instante
instante sin relojes
sin espacio
sin recuerdos
Pero el tiempo insiste: “El cofrecillo donde habíamos atrapado el tiempo/se ha roto”, y también en el verso: “el tiempo ha penetrado nuestras pieles”.
El breve relato Monólogo de la Muerte aparecerá bajo el título de Da Capo en el libro de relatos Jeux y otros cuentos (2001). En este texto aparece con claridad la concepción temporal de la autora: el tiempo no es lineal, sino que se trata de un fenómeno circular donde las brechas entre el pasado, el presente y el futuro no existen –estos tres estados temporales se dan de manera simultánea, o bien, parcialmente, el orden de los estados se altera, el sentido de la marcha del tiempo se hace multidireccional. Un hombre sacó su pistola a las 7.13 y se disparó a las 7.14. Otro hombre se aproxima a las 7.12 y ve, con horror, que el hombre que yacía muerto es él mismo. Tiene dos minutos para impedir el suicidio. Pero no puede. A las 7.13 saca la pistola y...
El tiempo es un orden regido por sus propias leyes internas, y funciona independientemente de los personajes que aparecen en sus escritos, como en el arriba mencionado Monólogo de la Muerte . Pero también el tiempo puede ser manipulado, quebrado y cambiado por los actores narrativos. El tiempo es infinito y eterno, pero también efímero: está condenado a desvanecerse, a diluirse. El tiempo no es algo único, íntegro, sino que contiene microtiempos, que se expresan con vida propia. Por tal razón el tiempo puede dividirse en muchos tiempos y el tiempo puede desandar su propio tiempo. El tiempo es un espacio de la atemporalidad.
El espacio se expresa como una coexistencia del espacio real y del irreal, o de mundos reales e irreales. El espacio se vincula al tiempo de manera múltiple: a veces avanza en líneas paralelas, a veces en sentidos opuestos. El espacio, como el tiempo, vincula lo eterno y permanente con lo transitorio y efímero, lo destinado a desaparecer. El espacio es tangible e intangible, a la vez, es y no es.
El breve segundo período poético de Maritza Núñez se inicia con Passio Secularis , escrito en Las Palmas, Islas Canarias, en enero de 1988. La obra tiene una estructura que asemeja una pieza musical, pues se abre con un breve preludio y se cierra con un postludio. Un rasgo nuevo en la poesía de Maritza Núñez, en este poemario, es el uso de la reiteración, que intensifica en el texto un fuerte sentido rítmico y musical.
¡Crucifícale!
¡Crucifícale!
tomas agua
te lavas las manos
y el agua
se convierte en sangre
retrocedes
pero un alarido
escapa de ti
Pilato
¡Crucifícale!
te retuerces
¡Crucifícale!
te retuerces
Pilato
te retuerces
te rindes
¡Lo entregas!
La reiteración puede jugar, como en una pieza musical, cambiando el orden de los elementos para crear nuevos significados, como ocurre con los breves versos del preludio y el postludio:
Preludio
JUDAS ISCARIOTE
las manecillas avanzan irónicas
ISCARIOTE EN TUS OJOS
arrojando, JUDAS
la imagen del tiempo
SE DIBUJA LA HISTORIA
Postludio
SE DIBUJA LA HISTORIA
irónicas avanzan
ISCARIOTE EN TUS OJOS
la imagen del tiempo
JUDAS, arrojando
arrojando, JUDAS
las manecillas
JUDAS ISCARIOTE
En cierto sentido la pieza pudiera llamarse La Pasión según Judas. La obra trata la figura de Judas desde otro ángulo: sin Judas Cristo no hubiese cumplido su misión de libertador de la humanidad. Esto queda expresamente dicho en la estrofa final del poema central:
CREO EN JUDAS TODOPODEROSO
CREADOR DE DIOS Y DE LA TIERRA
Cristo escala la montaña
Sísifo
CREO EN CRISTO SÍSIFO
EL HIJO DE DIOS
Monte de los Olivos
Sísifo
CREO EN JUDAS
el Hijo de Dios
Hombre
CREO EN DIOS PADRE TODOPODEROSO
En torno al poemario Creatura (1993) la autora escribió el texto de un espectáculo de una hora y media de duración que reunió poesía, música, danza y teatro, y que se presentara en Helsinki en 1993 con más de 40 artistas en escena.
La obra gira alrededor de los temas de la vida, de la muerte y del amor, vistos como procesos circulares, reiterativos y universales. El amor es un concepto asociado no sólo a la vida, sino también a la muerte. Ésta es una sublimación del amor y también una condición para la vida misma. La vida no es posible sin la muerte; la muerte es un final y también un comienzo. El amor siempre va a derivar en la ausencia del ser humano y, tarde o temprano, siempre desembocará en el desencuentro. El amor es un espacio donde se eternizan las vivencias de los amantes, pero, al mismo tiempo, conlleva su carácter efímero. Una historia de amor es siempre una historia donde hay comienzo y fin. La dialéctica del amor, la vida y la muerte se expresa en la idea de la autora de que “amar es volver a morir”.
En el poemario aparecen dioses y seres mitológicos de culturas no europeas: Noé, Adán, Eva, Luzbel, Osiris, Olodumare, Oduduwa, Aje, Oranyán.
Creatura es posiblemente el poemario más hermético de Maritza Núñez. Se inicia con Despertar :
alfaida
ondear lúbrico
eclosión
y...
eclipse
ecarté
habitud de sombras miscibles inmersas en este atardecer violáceo
La voluptuosidad del amor está presente en el poema Bacchus :
Vórtice sicalíptico
ineluctable
lucio
centrípeto
vestigio de formas
embriagadas, despaciosas
rendidas al hayal
Una clara estética surrealista se expresa en los poemas Caos y Desandar. El poema más logrado del poemario –y uno de los mejores de toda la producción de Maritza Núñez– es Misterio , un hermoso canto a la madre y a la maternidad:
Mujer
hundes tus formas en sidéreas aguas
y mi cuerpo es una barca mecida por silfos que te arrullan
una barca que envuelve tu aleteo de luna azul
[––] y tu vientre es ahora la barca que encierra mi cuerpo
tu vientre es un huerto de misterios
Y la reiteración del misterio:
[––] Mirífico acto de nacer innumerables veces
[––] iteración para emerger de nuevo
El brevísimo poemario Kampopo (1999), una palabra japonesa que designa la flor “diente de león”, está escrita, en gran medida, con la forma del haiku japonés. El poemario refleja centelladas de hábitats importantes para la autora: Lima (“Unicornio gris / terrones de nube / Lima en abril”), Helsinki (“La madreperla / los pedregales liba / Noches boreales”), Kyoto (“Cerezo, un Templo / dalias en la arena / Kyoto un botón”), Andalucía (“Cristales negros / huerto escondido / La damajuana”), y también de espacios mentales (“Un sol de nieve / esquíes en los cielos / ¡La luna bebe!”) y etéreos (“En el ciruelo / juego de mariposa / Daifa encantada”).
Kampopo es un puente entre el segundo y el tercer período estilístico de la poesía de Maritza Núñez. Amor vivus , Nocturno y le jardin secret conforman, de alguna manera, una trilogía: la del amor. Amor vivus (1999) consta de siete partes que contienen veinticinco poemas, algunos muy breves, otros de mayor extensión. Cada parte contiene un epígrafe donde se juega con los conceptos de amor, espacio y tiempo. La primera parte tiene como protagonista a la mujer sola, sola por decisión propia o ajena:
Bebo un sorbo de vino
sin aliento
en este soliloquio mutilante
Cita que nunca concretamos
El amor es una lucha feroz entre dos seres: “Somos dos bestias / colocadas / frente a frente / Nos olemos / planeamos / paso a paso / nuestra jugadas”. Y en otro poema: “Somos / dos escorpiones / copulación / estío de carnaval”.
La independencia de la mujer moderna queda reflejada en la opción desarraigada por el amante de turno: “Ayer / cuando lancé los dados / aposté por el 5 [--] Hoy será el 6 / que no eres tú”.
La segunda parte del poemario tiene como escenario Lima, el Café Haití de Lima y las sirenas y la oscuridad de Lima en una llamada telefónica desde Helsinki. El Haití –uno de los pocos centros de la tertulia artística que quedan en Lima–, es un lugar recurrente en la obra de la autora. ¿Será también un espacio donde se han escrito algunos de sus poemas?
La relación amorosa estable está condenada a ser carcomida por la rutina de la vida diaria. Arrojar las llaves de la casa, pedir un taxi y salir con una maleta apresurada y furiosamente empacada, es un ritual que se repite de tanto en tanto. Por todo ello, para el narrador del poemario “el amor es una amistad perdida”.
En el poemario la autora trata el amor desde distintos ángulos, calidades de relaciones amorosas y narradores. En dos poemas se evoca a la amante mujer. La poesía es, ante todo, ficción; por tanto, la primera persona no necesariamente es la encarnación del autor; el yo narrativo puede ser, una mariposa o, incluso, un objeto. El centro viejo de Praga da el marco para un sensual poema: “Y es natural besar tus labios / Sirene / en este caótico / perpendicular / cielo inclinado”.
Mucho de la poesía de Maritza Núñez está marcada por una fuerte tendencia a escribir de manera escueta, con una concentración notable de ideas e imágenes. Una muestra de esto es un breve poema que cierra la cuarta parte del poemario:
Amar
más allá de todas las cosas
Morir
más allá de todo Amor
Vivir
más allá del Amor y la Muerte
Nocturno está dedicado a Federico / a George / esculpidos en el tiempo , y nos sugiere la atmósfera de ciertos valses y nocturnos de Chopin. Si en Amor vivus el amor es tratado como un momento de goce libre y desenfadado, en Nocturno se agregan la soledad, la ausencia, el silencio y la ruptura: “amanecer / sentir tu ausencia // lejano / ese oleaje de nubes / que mecía nuestros sueños // luna parda / confabulación astral / dos estrellas se bifurcan”. El ambiente se reitera en otro momento: “Tendida en tálamo / cubierto de nostalgia vuelvo a sentir / el sabor a muerte / de la última caricia”. La soledad y la ausencia se expresan geográficamente en la contraposición Norte (países nórdicos, frío, nieve, mar blanco) y Sur (Perú, el calor, el gran océano), confrontación que se reitera en le jardin secret .
El amor también está presente de manera particularmente sensual en el tercer poema, donde la narradora se entrega a su eterno amante, el mar: “Desnúdame / tiende mi cuerpo / en una alcoba / de nubes y olas / Ángel de las Aguas / en libación perfecta // Ofréndame”. Mas también el amor resurge en su forma carnal más directa: “Vuelo / hacia tu boca / como el gorrión a la fuente”. La autora realiza un viaje erótico por la anatomía humana desde “tus pies manzanos inquietos” hasta “tus cabellos vid que apacigua”, de la manera como ya en Amor Vivus nos habla de “Tus labios / corolas / tulipanes” hasta “Tus nalgas / rocas en las que el mar / se quiebra en espumas”. En ambos poemas se observa una aproximación casi litúrgica al cuerpo del amante.
Chopin está presente en varios poemas en alusión directa a su personalidad, a la permanencia de su mensaje artístico o bien a las sugerencias que provocan su obra: “Federico / tus dedos atormentados / deshojan / la soledad del alba”; “Federico / tus dedos hilan melodías / con hebras de eternidad”; y también “Nocturno / páramo de recuerdos”. En Vals Nº 10 la narradora grita su añoranza del amado: “Arrúllame / mis ojos traen / cansancio de náufrago // No me preguntes nada / deja que tus dedos / me acunen con un vals / aquel / que iluminaba los caminos”. El poemario termina con Vals Nº 7 , en el cual la autora expresa una concepción desarraigada del amor: “alguien nos anuncia el adiós // Volver la mirada / a lo desconocido // Desprenderme / del amor / como ayer / o / mañana”.
Por razones de espacio no es posible reproducir en forma exacta la distribución espacial de los poemas, elemento de gran importancia en la poesía de Maritza Núñez, con lo cual no sólo le da un ritmo y respiración particular al texto sino que, además, provoca a menudo una rica multiplicidad de lecturas.
Once de los veintidós poemas que conforman le jardin secret , el último poemario publicado de Maritza Núñez, son muy breves. Esto no es casual, sino que refleja la marcada preferencia de la autora por una estética de lo mínimo, por el uso de un lenguaje extremadamente breve pero lleno de significados. Alguno roza lo místico: “Frente al mar / el fuego nos envolvió / en el círculo de lo eterno”, mientras otro lo carnal de la ruptura: “Llevo en la piel / tus ojos anunciando la despedida”. Mientras se nos presenta un poema enigmático: “Copos que caen / una sombra / adentrándose en un paisaje sin retorno”, encontramos otro que pareciera dejar la continuación al lector: “Una barca / desde el hondo horizonte”.
La ausencia, la soledad y el quiebre de una relación surgen también en este poemario: “Mis labios saben a nostalgia / tu ausencia mora mis noches (--) Cómo duelen / los besos / que no nos dimos”. Promediando el poemario la narradora nos dice “Tu ausencia / imán / me atrapa”, y más adelante “Emerger de tu ausencia”.
La eternidad y el tiempo detenido o que retorna en círculo están presentes en este poemario. El juego de lo repetitivo que se da ya en Passio Secularis se expresa también en este libro, y esto actúa a modo de prólogo y coda sin ser llamados así por la autora: “Un contrapunto de sirenas / la avenida / antifaz de neón” se transforma al final en “La avenida / contrapunto de neón”.
Los poemas de mayor aliento están embuidos no sólo de la atmósfera de Buenos Aires y el tango, sino también de esa realidad volátil de un Borges y de la sensualidad de un Piazzolla. “El tiempo dislocado / en este rincón de Buenos Aires” pone el marco para un mundo al mismo tiempo nostálgico, inverosímil y sensual: “A veces / quisiera sentir / tus hombros // En ese tango / mis manos se sostienen en ellos / punto de apoyo / en el espacio / a veces // Memoria / agonía de un bandoneón”. Malena –evidente referencia al mundo del tango– aparece en un entorno erótico que la hace de carne y hueso: “Niña rosada mi lengua / Babilonia de cantares en tu ombligo / desciende / se sumerge en tu secreto / y en esa esencia de mar / nace una perla”.
No obstante el aire nostálgico del poemario, éste termina con un haz de luz esperanzador: “Me envuelve el calor de tu cuerpo / hacía tanto tiempo que mi lecho / no gozaba delicias del amor [--] Mis formas se acoplaron / a las tuyas”. Y el poema de despedida:
Me devuelves el mar
Deo gratias
Hay olas
Deo gratias
Hay olas en mi alma
Deo gratias
En el momento de escribir este breve ensayo (mayo-junio del 2002) Maritza Núñez está trabajando el texto dramático de un musical encargado por el Teatro Municipal de Turku (Finlandia). Dentro de la veintena de canciones ya escritas, varias de ellas pueden considerarse una continuación del espíritu de le jardin secret , por tanto, pertenecientes al tercer período estilístico de la obra poética de Maritza Núñez. La autora vive un fructífero período creativo, como ya se ha indicado, que incluye su obra poética, teatral y de prosa. Como lo han señalado diversos estudiosos y escritores peruanos, Maritza Núñez tiene ya ganado no sólo un espacio como una de las más importantes voces de su generación, sino como una de las personalidades centrales del mundo literario peruano a partir de los noventa.
Este ensayo ha sido publicado en finés en la revista Synteesi 1/2003, pp. 90-99. Traducción de Sanna Pernu.