Maritza Núñez

 
Fotografía de Alfonso Padilla

Delirio

Delirio nos presenta a tres mujeres de generaciones distintas, abuela, madre e hija, que desde su soledad y una gran pasión y añoranza nos descubren sus secretos, miedos, ensueños y desilusiones. Y también sus debilidades y conflictos, cuando una tarde llega a su casa el nuevo amigo de la hija. La llegada de éste da lugar a un delicioso divertimento en el mejor sentido del término.

Personajes

LA ABUELA
LA MADRE, ya ha pasado los cuarenta, canta
TERESA, estudiante de unos veinte años
RUBÉN, amigo de Teresa

 

II

(Entran LA ABUELA y LA MADRE que canta el final de la canción. RUBÉN y TERESA han alcanzado a arreglarse, justo a tiempopara recibirlas.)

TERESA.— ¡Qué sorpresa, mamá!

LA MADRE.— ¡Lo mismo digo yo!

TERESA.— Verás…

LA ABUELA.— (a su hija) Si es que toda esta historia de las pizzas no me convencía. Ahí tienes a tu hija con el muchacho de la pizzería, y eso que era una vegetariana lo que encargó que si no…

LA MADRE (a LA ABUELA) y TERESA (a LA MADRE).— ¡Mamá!

RUBÉN.— (la saluda dándole una mirada de pies a cabeza, claramente atraído por ella) Mi nombre es Rubén. (Aparte.) ¡Vaya con la tía…, qué buena está!

LA MADRE.— ¿Decías?

RUBÉN.— Nada, que encantado de conocerla...

TERESA.— Es un compañero… de curso. Venía a recoger un material para el examen del lunes y…

LA ABUELA.— …y se quedó a merendar…

LA MADRE.— Bueno, pero por nosotras no tienes que irte, Rubén … Ahora mismo encargo una pizza.

LA ABUELA.— ¿Más? ¡De tal palo tal astilla!

TERESA.— En la nevera hay puche…

LA MADRE.— Calla, niña, que te lo comes más tarde…

TERESA.— Pero tú ya te ibas, te están esperando.

LA MADRE.— No dudo de que un joven tan guapo tenga una cita, pero me gustaría que te quedases...

RUBÉN.— Bueno… pues… por mí, encantado…, señora…

LA MADRE ·— Almudena, por favor, que me haces sentir vieja…

RUBÉN.— … Almudena…, en realidad era un asunto familiar, nada importante…

TERESA.— ¿Pido una vegetariana?

LA MADRE.— Vegetarianas no, (mirando a RUBÉN) que hoy me apetece carne. (Por el móvil.) Hola, quiero hacer un pedido, una Pepperoni familiar

TERESA.— ¡Para mí una vegetariana…!

LA MADRE.— Lo siento, hija, colgaron, pero hazme caso, la Pepperoni está mejor.

De modo que estudian juntos, ¡qué bien!, ¿no?

 

 

© Maritza Núñez

(Escena II de la pieza Delirio.)

 

©2006 Maritza Núñez