Maritza Núñez

 
 
Maritza Núñez en el papel de Nicole. Fotografía de Ilkka Volanen.


TANGO SOLO , MONÓLOGO DE MARITZA NÚÑEZ

Tango solo es un monólogo sobre los sueños que no fueron, pero es también un canto al amor, a un futuro que podría ser. Realidad y sueño, Buenos Aires y París se unen en este poético texto de Maritza Núñez, que confirma su posición como uno de los dramaturgos más sólidos de América Latina.

El estreno mundial de la obra en español tuvo lugar en el Centro Cultural Caisa (Helsinki) el 3 de abril de 2004.

FICHA TÉCNICA

Nicole Maritza Núñez

dirección Anneli Ollikainen

coreografía Ulla Koivisto

diseño de las luces Tarja Ervasti

diseño de sonido Ilkka Volanen

música Alfonso Padilla

 

arreglos A. Padilla, P. Ikkelä

bandoneón y musette Petri Ikkelä

piano Ilmari Räikkönen

correpetitor Alla Ablova

coreografía de tango Arto Leskinen

escenografía y vestuario el equipo

fotografías Ilkka Volanen

 

 

El personaje de este monólogo es Nicole. La obra transcurre la noche del siete de febrero de 1986 en Buenos Aires. En ese Buenos Aires en el cual se dejan sentir las huellas de la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983.

Cuadro II

Desde niña soñé con París.

Desde que mi madre me regaló el afiche.

Se los robaba.

Los robaba de noche cuando todos dormían.

Salía con un manto para abrigarse y un bolso.

Un bolso rojo.

En él llevaba los afiches.

Qué lugares recorrería.

Nunca le pregunté.

 

Mi padre decía que estaba loca.

Que nuestra madre se había vuelto loca y que mejor era ignorarla.

Por nuestro bien.

Pero yo sabía que no estaba loca.

Ella era feliz en esos viajes nocturnos.

Su mirada la delataba.

Cuando volvía, su mirada era bella.

 

Una noche no volvió.

A los pocos días llamaron de la morgue.

Tuvimos que ir a reconocer su cadáver.

Yo no quería ir pero mi padre nos obligó.

 

“Para que vean en qué acabó vuestra madre por no vivir como cristiana”.

 

Me hice la promesa de no ser cristiana.

Era tan lindo eso de robar afiches.

 

La encontraron junto al río.

En sus manos sostenía París.

Era un regalo para mí.

Así se lo comuniqué a mi padre.

“No empieces a fantasear, Nicole, o acabarás como tu madre”.

Ese mismo día instalé París junto a mi cama.

 

La pared es verde.

Tiene una capa de musgo.

La humedad.

La humedad se come a pasos agigantados las paredes, la casa, nuestras vidas.

Pero París está ahí.

A él le cuento mis secretos.

Con él lloro, con él río.

“Está loca como su madre”, dice papá.

 

Dodi, toma tu agua.

No has bebido en todo el día.

 

© Maritza Núñez

(Segundo cuadro del monólogo Tango solo. )

 

 

©2006 Maritza Núñez