Fotografía de Michael Campin |
Kullervo
Maritza Núñez reconstruye el mito de Kullervo, central en el universo épico finlandés de El Kalevala, situando al personaje en un contexto moderno. Kullervo es una obra de gran carga poética. En el tratamiento del tema hay un halo de frescura que envuelve reflexiones filosóficas sobre la condición humana. Con Kullervo Maritza Núñez inicia un nuevo período en su ya importante y reconocida producción literaria.
Fotografías del actor Rafa Casado en el papel de Kullervo: Toni Mérida
Escena XIV
Mi caso ha tenido mucha resonancia.
Mantiene a la prensa ocupada, aparezco en los titulares y en las primeras planas. Me acosan los reporteros. Aquí hay algunas declaraciones sobre mi persona.
(Lee.) “¡Un hombre-medusa! ¡Un fanático!
¡Un asesino!
¡El ángel de la venganza!”
“¡Esclavo y objeto de todo tipo de crueldades!
Es como muchos de los jóvenes de ahora, que crecen sin conocer el amor, acumulando odio, que luego se desborda en una violencia irracional.”
“En la vida de Kullervo el crimen y la venganza son comportamientos sociales aceptados. El mundo de Kullervo es violento. La venganza no está dirigida a un individuo solamente, sino a todo un linaje. En ese mundo el hombre libre también está desprotegido. Seres como Kullervo no son un mito. Están en las calles de Nueva York o de Helsinki.”
(Deja los periódicos.) Da ganas de vomitar.
En unas horas debo comparecer ante el juez.
Cómo quisiera que estés aquí, madre.
Pero ya no es posible.
No es verdad lo que te grité al despedirme.
Sí debí nacer.
El mundo debió ser otro, pero te agradezco que me trajeras al mundo.
Aprendí algo. Aprendí que no quiero volver a él.
Aprendí que hay la posibilidad de elegir y que yo fui lento para entenderlo.
Aprendí que el juicio final es un conjunto de soliloquios que vivimos día a día.
No duermo tranquilo, madre, desde que tus gritos me reclamaron en medio de las llamas.
— ¡Kullervo! ¡Kullervo!
Ése soy yo.
Kullervo.
© Maritza Núñez
(Escena XIV del monólogo Kullervo.)